24.10.12

Un Don Juan de José María Gabriel y Galán

Amo, de aquella cuestión
de ayer, pues ya me atreví,
-¡Gracias a Dios, cobardón!
¿Y qué te dijo?
que sí.

-¿Ves, Jenaro? Si te dejo
no llegas nunca a animarte
y te me mueres de viejo
con las ganas de casarte.

Me gusta la valentía.
Y la lengua, ¿se enredó?
-Pues, mire usted, yo creía
que iba a ser más; pero no.

Y eso que al dir a empezar,
por mucho que porfié,
pues no me pude acordar
del emprencipio de usté.

-¡Por vida de!... ¿Y qué jinojos
hiciste entonces, Jenaro?
-Pues, nada, cerrar los ojos
y dir p'adelante.
-¡Pues claro!

Cuando se ignora, se inventa.
-¡Pues ese fue el aquél mío!
Me tuve que echar la cuenta
que se echa el hombre perdío,

y como un eral cerril
arremetí con alientos,
porque ya, preso por mil...
pues preso por mil quinientos.

No es más que mientras se empieza.
Yo cuantis que me corté,
pues na más de mi cabeza
cuasi todo lo saqué.

-¡Bien hecho! ¿Y le gustaría
bastante más que lo mío?
-Yo le dije asín: «María:
dirás que a qué habré venío».


-¿Y qué te dijo?
Que hablara.
Ella abajó la cabeza
y se le puso la cara
lo mesmo que una cereza.


A mí también se me ardía,
la verdá se ha de decir;
pero le dije: «María:
¿sabrás que tengo un sentir?»


-¡Bien dicho! ¿Y no te comieron
porque hiciste esa pregunta?
-No, pero se me pusieron
todos los pelos de punta.

Yo cuasi que no veía,
la verdá se ha de decir;
pero le dije: «María:
sabrás que tengo un sentir.»

Cuasi que me han obligao
-le dije- a venir acá,
que yo bien retuso he estao
por mó de la cortedá;

pero el amo que sabía
mi sentir, pues ayer tarde
mesmamente, me decía:
«Jenaro, ¡no seas cobarde!

La moza es poco fiestera
y poco aparentadora,
y no es moza ventanera
y es árdiga y vividora.

Y luego, es bien parecía,
y es callaíta y prudente,
y es honesta y recogía
y viene de buena gente...

Anda con ella, comienza
mañana a la noche a dir,
que a cuenta de la vergüenza
te la dejas escurrir...»

Pues sobre aquello volviendo
del sentir que te decía,
sabrás que te estoy quisiendo
ya hace tres años, María.


Siempre he andao negativo
dejándolo pa dispués,
y na más es a motivo
de lo corto que uno es.

Y asín me estaba, me estaba,
aguantándome el sentir,
a ver si se me pasaba,
la verdá se ha de decir.


Y hate cuenta que cada año
pues más me reconcomía,
hasta que ya dije hogaño:
¡Habrá que estar con María!

Porque en habiendo un querer,
la verdá se ha de decir,
ni cuasi puedes comer
ni cuasi puedes dormir.


Y no es el decir que uno
esté encitando el pensar,
porque yo creo que nenguno
quedrá siempre asín estar.

Es na más que te aficionas
y que pierdes la chaveta
en cuantis que una persona
por los ojos se te meta.


Y que ya nadie te apea
ni te hace volver atrás
y llevas aquella idea
por andiquiera que vas.


Pues un querer derechero
como el corazón te ablande,
es igual que un abujero:
cuanti más le hurgas, más grande.


-¡Caramba! ¡Muy bien, Jenaro!
Y ella entonces te diría...
-A lo primero, pues claro,
dijo que ya se vería.

Pero dispués, ya ve usté,
la gente se va atreviendo.
Yo le dije: «Volveré»
Y ella me dijo: «Vay viniendo».

-Vamos, sí, que habrá casorio.
-De eso entá no hemos tratao.
Sólo el parlárselo..., ¡corio!,
¡más vergüenza me ha costao...!

15.9.12

Maullidos


Anoche, una de mis gatas se quedó afuera, así que en la madrugada se dedicó a dar serenata en mi ventana, para que la deje entrar. 

El que piense que los gatos maúllan igual para todo, está muy equivocado. Cuando están afuera, el maullido es triste, doloroso, como un chantaje sentimental gatuno, como si esa pequeña bolita de pelos pudiera decirnos: Ábreme, aquí afuera hay hambre y sufrimiento. Si tienes compasión de mí, abre esa ventana y abrígame. 

Una se siente el peor ser humano del mundo, hasta que la gata en cuestión entra por la ventana y entonces, el maullido cambia por completo a un tono de reclamo, como si te estuviera diciendo: Ya te habías tardado un chingo vieja, ¿qué tu crees que soy una callejera? ¿Dónde está mi comida? 

Entonces claro, una se siente medio pendeja de haberle creído. Y mientras la nena está empacándose las croquetas, una regresa a tumbarse para dormir un rato más.

Todo para que en cualquier momento, se te acerque con ojitos de gato con botas y un maullido tranquilo y bonito que te diga: Te extrañé, bonita. ¿Me perdonas por quedarme afuera? ¿Puedo subirme a tu regazo y me acaricias como bebé?

La gente que tiene gatos no me dejará mentir. 


19.2.12

Anonymous


La película parte de la teoría de que William Shakespeare no es el autor original de sus obras sino un noble de la época. Está basada en hechos históricos y la verdad es que no quiero reseñarla mucho porque es muy buena película. Tiene arte, belleza, intriga y amor. Es una historia verdaderamente apasionada. 

Una de las cosas que me dejó pensando de esta película era la forma en que valoraban el teatro en esa época. Para el pueblo era entretenimiento y emoción. En la corte, el sentimiento era ambivalente: un grupo conservador satanizaba el teatro, lo prohibía y censuraba; y otro se sentía atraído y conmovido por su belleza. 

A través del tiempo, eso es lo que ha pasado con todos los medios de comunicación y expresión. Cuando el grupo de poder advierte el poder y el impacto sobre las masas, trata de frenarlo y mostrarlo de manera negativa.

En la época de Shakespeare, se veía a las obras publicadas como una influencia peligrosa que podía moldear el pensamiento de la gente. "La palabra tiene poder". Lo mismo se ha dicho de la televisión, supongo lo mismo se dijo en su momento de la radio y del cine. Hoy lo que se sataniza es el internet. Se oyen comentarios como: la gente tiene demasiada información a su alcance, puede ver cualquier cosa, hay toda clase de perversiones y peligros en línea. 

La realidad es que abocan toda su energía a combatir el medio, cuando no es el medio lo que importa. Son las ideas, es la gente. El medio cambia, pierde poder y cede su paso a otro más nuevo. Lo que no cambia es la sociedad. Y los medios son sólo un reflejo de ella, una plataforma de expresión. Si hay arte y belleza en los medios es porque la sociedad la produce. Si hay violencia y perversión, es también producto de la sociedad. 

Bueno, deja de leerme antes de que moldee tu forma de pensar y me convierta en una mala influencia para tu alma. Yo digo que veas la película. Después de todo, el único poder que tengo es de sugerencia. Que veas la película o no; que la disfrutes, que la odies o te aburra, es cosa tuya. 

Ficha técnica de la película

5.1.12

It's kind of a funny story

Amé esta película. Ampliamente recomendada para gente en depresión.