Ayer estuve en un evento de un cliente y de pronto se me acercó un chavo:
- ¿Chumina?
- Sí...
- ¿Te acuerdas de mí?
Sabía que lo conocía, pero no lograba recordar de dónde...
- Sí, ¿cómo estás?
- Bien, bien ¿y tú? ¿Qué andas haciendo por aquí?
- Trabajando, ¿y tú?
- Igual, aquí ando. ¿Y qué onda? ¿Seguiste yendo al taller literario?
Ya en ese momento, ya sabía con quién estaba hablando.
- No, no pude seguir yendo, precisamente por el trabajo, ya no me daba tiempo.
- Qué lástima, Yucatán ha perdido un gran talento.
- ¿Yo?
- Sí, tú siempre escribiste muy bien.
- Auuh, este... gracias.
- De nada, mucho en gusto en verte, nos vemos.
- Nos vemos.
Me quedé gratamente asombrada, no porque sienta que todo el estado se está perdiendo mi talento (que no lo creo), sino porque lo que hice en el taller literario fue significativo para él y en cierto sentido, hasta perdurable.
Wow...
Oye pues y sí, de plano si creo que tienes madera.
ResponderBorrarTe diré por que:
Soy una persona que me gusta leer y pues sé cuando la gente escribe por escribir o por que tiene el don.
En primera, se requiere de un amplio léxico, un vocabulario extenso que la mayoría de los habla-hispana no aprovechamos, siendo el Español un idioma rico en expresiones.
Armar un escrito no es del todo fácil. Requiere de un orden estratégico.
Tus blogs por eso me han llamado mucho la atención porque la calidad de redacción es muy buena.
No soy escritora ni una experta, pero sí se apreciar una buena lectura.
Sigue adelante!
Atte, Soad